A la hora de organizar una boda, como en otros muchos aspectos de la vida, siempre hay que tener en cuenta las nuevas tendencias. Es casi una obligación para las wedding planners estar informadas sobre lo último ultimísimo.
Para mi, una buena profesional del sector es aquella que encuentra el punto medio entre las tendencias, lo clásico y lo que la pareja de novios quiere en su día.
Caligrafía, lettering y otras tipografías.
Ultimamente tienen muchísima importancia las cosas hechas a mano, con mimo, pensando en su destinatario. Por ello, ganan importancia las invitaciones, los seating plan, las notas de agradecimiento usando la técnica del lettering o la caligrafía.



No a las bodas tradicionales
Bodas que renuncian al salón tradicional y se recrean en otro tipo de espacios únicos. Unido a esto nos encontramos bodas boho-chic y bodas industriales de lo más rompedoras. La decoración, la creatividad y la originalidad ganan esta batalla.
En cuanto a la decoración encontramos muchísimos rincones verdes con distintos tipos de flores. Además de centros de mesa más grandes y verdes que nunca.



La novia
Tul, plumas, crop tops, corsés… Vemos la vuelta de la novia clásica, es decir, veladas y con cola. Las más arriesgadas podrán apostar por ir en traje.
En el maquillaje continua un rostro muy natural y ligero pero con la técnica del contorneado, los pómulos bien marcados y un buen iluminador. Los ahumados suaves, a veces un poco glossy y siempre unas cejas y pestañas perfectas. En cuanto al color de labios.. muchos ya sabéis mi opinión, así que el color con el que la novia se sienta más favorecida.





Pero, sobre todo, está de moda disfrutar de tu día.