«Queridos Wendy y Jose: me llamo Aldara y quiero ser wedding planner.» Así empezaba mi carta de presentación para la School de Bodas de Cuento. Desde que empecé a plantearme esta aventura hace un año, supe que en algún momento estaría allí. Desde entonces he aprendido mucho, he conocido gente, he madurado las distintas opciones y creo que tengo claro cual quiero que sea mi futuro. Este fin de semana ha sido decisivo en mi crecimiento como wedding planner – y como emprendedora!
Desde que llegamos a Zaragoza y nos íbamos encontrando todas teníamos un brillo especial en la mirada, esas ganas de hablar de bodas y de lo que nos inquieta en esta profesión. Algunas estábamos agotadas del viaje pero teníamos unas ganas infinitas de hablar hasta las tantas.
Al día siguiente estábamos todas puntuales desayunando deseando que llegase el momento de cruzar esa puerta. Si el portal ya es precioso y el olor de la cuentiofi te encandila… Wendy y Jose ya te acaban de enamorar. Aman lo que hacen y eso es lo que nos han transmitido.
Creo que todas hemos tratado de empaparnos de la esencia de Bodas de cuento, de cómo empezaron, de cómo trabajan… De Zaragoza me llevo más ganas e ilusión que nunca. Ganas de luchar para que mi proyecto salga adelante. Cuando haces las cosas con el corazón salen bien pero gracias a Jose y Wendy sé que necesitaré muchas horas de trabajo y que el camino no es fácil. Nos han contado lo bueno y lo no tan bueno, pero estamos de acuerdo en que merece la pena.
Además, ELLAS son una parte importante de lo que me llevo de allí, un gran equipo de apoyo. Puedo decir que he conocido auténticas luchadoras con proyectos maravillosos entre manos que espero ver crecer de cerca.
«…ahora más que nunca». Así acabaría mi carta a día de hoy.
Qué mejor forma de inaugurar dominio que este post tan especial ya que, sin duda, es uno de esos que te llena el corazón de alegría y los ojos de lágrimas.