Lo siento señoritas pero estaréis de acuerdo conmigo en que no os casáis solas, ¿verdad? Pensad que queréis una boda que refleje vuestro sello de pareja, así que ellos también querrán aportar. Ellos también son los protagonistas.
Cierto es que hay muchos novios, al igual que muchas novias, que ceden a toda esta parafernalia por hacer feliz al otro. Nosotros, la parte interesada en el bodorrio, sabemos que nuestra mitad también lo va a disfrutar, por lo que necesitamos hacer que se sientan integrados en toda la preparación.
Hay cosas en las que los novios por norma general no quieren entrar, como puede ser la decoración. Aunque sí que pueden opinar. Por ejemplo, no van a decidir si en los centros de mesa es mejor poner rosas o peonías pero sí que pueden decidir entre un rincón de cerveza o una mesa dulce. También querrán opinar sobre el coche en el que iréis, el menú y, por supuesto, la luna de miel.
Momento suegros: todos van a querer invitar gente y tener su momento de gloria. Vosotros sois los encargados de lidiar con esta situación. Tratemos de mantener la calma.
No se trata de agobiaros el uno al otro hablando todo el rato de temas relacionados con la boda ni de discutir por estos temas pero hablando y exponiendo vuestras ideas, llegaréis a un acuerdo mutuo. ¡No os enfadéis!
Muchos de vosotros estáis haciendo un gran esfuerzo para poder celebrar este día. Es importante que aunque estéis en modo ahorro, os concedáis alguna licencia. ¿Qué tal una noche de cine y cena? Nunca olvidéis que lo más importante sois vosotros dos: los protagonistas.